martes, 22 de enero de 2019

GATOS.

Hoy voy hablar sobre los gatos unas mascotas solitarias pero que te ofrecen compañía.

El gato es la mejor mascota para quienes adoren a los gatos, obviamente, pero también lo es para personas muy caseras o que por algún motivo se ven obligadas a permanecer en el hogar casi constantemente. También lo es para una persona que desee tener una mascota pero no tenga tiempo para sacarla a pasear.

Su comportamiento depende a veces de la edad. Es en la primera parte de este período de su vida cuando se produce la socialización (entre la segunda y la séptima semana de vida), clave a la hora de que el gatito sea más o menos sociable. Por ello, es muy importante asegurarse de que el gatito no ha sido separado de su madre y hermanos durante ese tiempo. Aun así, todo ser vivo es susceptible de verse influido por el entorno en el que vive a lo largo de toda su vida.

También influye si es un macho o una hembra. La diferencia fundamental está en que cuando sean adultos los machos pueden y suelen marcar el territorio, es decir, nuestra casa (lo que produce un olor muy intenso); por su parte, las hembras tendrán celos periódicos, en ocasiones acompañados de maullidos muy sonoros.

Las razas de gatos hoy día cuentan con muchos aficionados, quienes encontrarán en ellas ejemplares con unas características físicas determinadas, tales como el color del pelo y de los ojos o la complexión del cuerpo o la forma de las orejas, así como, en cierta medida, en su comportamiento. Así, se considera que los gatos de raza Persa y Ragdoll son más tranquilos que los Siameses y Orientales, por ejemplo, aunque los dos primeros tienen el pelo bastante más largo, lo que requiere mayor tiempo a la hora de cuidarlos.

Antes de la llegada a casa de nuestra nueva mascota debemos tener preparado todo aquello que será necesario: comedero, bebedero, arenero, cama para su descanso (aunque acabará utilizando el lugar que más le guste), alimento (el que tomaba en su lugar de procedencia y, si decidimos cambiarlo, hacer una transición alimentaria correcta) y los materiales necesarios para su higiene corporal, como un cepillo adecuado a su tipo de pelo y un cortaúñas. Por supuesto, el transportín es fundamental.

Hay que tener en cuenta:
  • El gato no es un perro, por lo que su comportamiento y necesidades nutricionales son diferentes.
  • Si elegimos un gatito, es primordial para su equilibrio temperamental que haya gozado de un período de socialización correcto, en torno a ocho semanas.
  • El gato no es una persona, así que debe recibir los cuidados que merece pero sin humanizarlo.
  • Si no disponemos de tiempo para cepillar frecuentemente a un gato de pelo largo, es mejor elegir uno de pelo corto.
  • A la hora de elegir, el sexo del gato carece de importancia si tenemos pensado esterilizarlo quirúrgicamente.
  • Antes de que el gato llegue a casa debemos tener preparados todos los utensilios que vayamos a necesitar, desde los comederos al arenero.
  • En casa, aunque no lo parezca, hay peligros para el gato, y las ventanas abiertas son las que más riesgo suponen, seguidas de las conexiones eléctricas y los productos químicos.
  • Si hay más animales en el hogar, debemos hacer las presentaciones poco a poco, incluso si el otro animal es un gato.
  • La alimentación del gato debe estar adaptada a su edad y estado, también hay alimentos específicos para algunas razas.
  • Por sus beneficios, recomendamos la esterilización quirúrgica; solo debemos tener en cuenta que las necesidades nutricionales cambian tras la intervención.
  • La adopción de un gato adulto da una segunda oportunidad a los que fueron abandonados por sus dueños. Las asociaciones protectoras tienen muchos buscando un nuevo hogar.

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